miércoles, enero 25, 2012

Arcano XX

Concentrémonos ahora profundamente en el estudio del Arcano XX del Tarot. El Jeroglífico de éste Arcano es el Juicio. Un Genio toca la trompeta y los muertos se escapan de su sepultura. Debemos saber que en éste Arcano reviven un Hombre, una Mujer y un niño. Este es el ternario maravilloso.

En el estudio de éste Arcano no vamos a continuar con el mismo sonsonete Hebreo. Es necesario  que nos concentremos juiciosamente en el problema de la Resurrección si es que verdaderamente queremos llegar a ser Maestros Resurrectos.

PREGUNTAS: ¿Cómo se llega a la Resurrección? ¿Cómo no se llega a la Resurrección? ¿Cómo se triunfa? ¿Cómo se Fracasa?-

RESPUESTAS: Se llega a la Resurrección trabajando con el Arcano A.Z.F., sin derramar jamás el Vaso de Hermes. No se llega a la Resurrección derramando el Vaso de Hermes. Se triunfa cuando no existe codicia. Se fracasa cuando si existe codicia.

EXPLICACION CONCRETA. Existen dos géneros de codicia; Primera, codicia por el dinero. Segunda, codicia de poderes ocultos. Existe codicia por el dinero cuando lo anhelamos con propósitos Psicológicos, y no para cubrir correctamente nuestras necesidades físicas. Muchos quieren dinero para ganar prestigio social, fama, altas posiciones, etc. No existe codicia cuando conseguimos dinero con el único propósito de cubrir nuestras necesidades físicas. Es necesario descubrir donde termina la Necesidad y dónde comienza la Codicia.

Existe codicia de poderes ocultos cuando queremos Resultados. Aquellos que sólo quieren Resultados, son codiciosos. Aquellos que andan aquí y allá acumulando teorías, buscando poderes, hoy en una Escuela mañana en otra, están de hecho embotellados entre la botella de la codicia.
La mente embotellada en la codicia es inestable. Emigra de Logia en Logia, de Escuela en Escuela, de secta en secta; siempre sufriendo, siempre anhelando poderes, Luz, Sabiduría, Iluminación, etc., sin conseguir jamás nada, por lo que lo inestable no puede jamás comprender lo estable permanente y divino. Sólo Dios así mismo se comprende: La Mente embotellada entre la botella de la codicia es incapaz de comprender las cosas que están fuera de la botella.

Los codiciosos quieren embotellar a Dios y por eso andan de escuela en escuela, siempre buscando, siempre anhelando, inútilmente por que a Dios nadie lo puede embotellar.

Quien quiera trabajar en la Gran Obra debe abandonar primero la Codicia. El Albañil que es codicioso abandona la Obra cuando halla en su camino otra obra aún cuando ésta última sea de Tinieblas realmente. De la Gran Obra se retiran los codiciosos. Muchos son los que comienzan el Trabajo, pocos los que lo terminan. Los Maestros Resurrectos se pueden contar con los dedos de las manos.

3 comentarios:

  1. Anónimo2:04 a.m.

    Decía Sn Francisco de Asis, " Soy inmensamente rico porque no deseo nada y de lo que tengo me sobra". Entre mas deseamos mas sufrimos y ese desgaste nos impide realizar la Gran Obra. Querer tener por tener nos impide Ser. La riqueza espiritual está inversamente proporcional al deseo. El dinero nos da poder para ayudar y servir al prójimo, de no ser así, caemos en la omisión. Darnos y servir al prójomo es pagar carma por adelantado, es como el presente, hay que aprobecharlo para enmendarnos.

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  2. Anónimo7:47 p.m.

    Excelente

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