Los extraterrestres son gentes cultas que no matan nadie, ni siquiera un pajarillo, los terrícolas les temen. Muchos se preguntan: ¿porqué los extraterrestres no aterrizan en ciudades como New York, París y se presentan en público a dictar conferencias?. A eso respondería yo lo siguiente: Si alguien se encontrara en una selva profunda con un grupo de caníbales ¿qué haría? indubitablemente huir, no quedaría más remedio. Los extraterrestres podrían defenderse, ¿y quién puede negarlo?, más ellos no tienen el deseo de destruir a nadie, no son asesinos, se equivocan los terrícolas cuando piensan que ellos vienen a asesinar gente, eso no es cierto. No negamos que en algunas ocasiones hayan tomado a alguien, lo hayan metido en su nave llevado al espacio y luego lo hayan traído de regreso al lugar donde lo tomaron, si, eso es cierto. Más esto tiene una explicación: sucede que los terrícolas son muy extraños, tienen la conciencia dormida, parecen sonámbulos andando por las calles con su tremenda perversidad; los terrícolas, realmente, con motivo de curiosidad, algunos son llevados para ser estudiados en los laboratorios que existen en el espacio. Estos están ubicados dentro de algunas naves cósmicas. Seres tan raros como los terrícolas, tan dormidos, inconscientes, destructivos, son motivo de curiosidad, y por eso se les lleva para meterlos en los laboratorios y estudiarlos. Esa es la cruda realidad . Pero no se les hace daño de ninguna especie y se les trae de regreso al lugar donde se les ha tomado. Es claro que hay algunas excepciones y sobre eso voy a hablarles esta noche. Sucedió en el Ecuador un caso insólito pero maravilloso. Un hombre que estudiaba en algunas escuelas orientales vio, un día de esos tantos, una nave cósmica que atravesaba el jardín de su casa. Ciertos extraterrestres, abriendo la escotilla de su nave, descendieron por la escalinata y se acercaron a él, le invitaron a subir y el aceptó. Se trataba de un hombre culto, y espiritual, en el sentido más completo de la palabra.
El estaba dispuesto a ir, de modo que cuando se le invitó a dar un paseo por el espacio, aceptó. Fue llevado a un satélite de Júpiter, a Ganímides, donde conoció una poderosa civilización. Los habitantes de Ganímides tienen el cerebro un poco más voluminoso que los de la tierra; en ellos la glándula Pineal está conectada a la pituitaria por cierto canales nerviosos, la pituitaria a su vez está conectado al nervio óptico por otros canales nerviosos.
En consecuencia, los habitantes de ese satélite tienen un sentido con el cual pueden ver la cuarta dimensión, y aún mas la quinta, sexta y séptima dimensión de la naturaleza del cosmos.
Construyen sus casas bajo tierra, tienen rica agricultura, no tienen animales porque allí el ambiente no es favorable para las especies inferiores, el agua es sacada de ciertos volcanes y con ella satisfacen sus necesidades.
Todo los habitantes trabajan en sus fabricas ¡no hay dinero! allí no se le conoce: a cambio de trabajo, todo los habitantes tienen pan, Abrigo y refugio. Las naves cósmicas son propiedad de todos, nada les hace falta, no necesitan de ese elemento llamado dinero que tanto daño ha hecho a los habitantes de la tierra. Así son los habitantes de Ganímides. Como quiera que poseen un sexto sentido tienen el estudio de la medicina de una manera perfecta, no solamente en su aspecto físico-químico y biológico sino también en sus aspectos psíquicos y vitales; conocen la anatomía exterior y la interior, que desafortunadamente los hombres de ciencia del planeta tierra no conocen.
Ha llegado la hora de entender que Ganímides es un satélite que gira alrededor del titán de los cielos llamado Júpiter. Doce satélites tiene Júpiter, es como si tuviera por sí mismo un nuevo sistema solar.
Muchas veces he estado observando personalmente a Júpiter, a través de los telescopios he vistos sus dos cintas en el centro ecuatorial de ese mundo maravilloso; esa cinta con sus satélites giran alrededor de ese planeta.
Resulta extraordinario Júpiter, en el sentido mas completo de la palabra, es una joya de los cielos. los habitantes de Ganimedes vivieron antes en un mundo que se llamo, el planeta amarillo, es bueno saber que en otro tiempo, en nuestro sistema solar, existió un planeta en que las gentes se entregaron a los experimentos atómicos. Realizaron múltiples experimentos, elaboraron bombas mas destructivas y al fin hicieron saltar en pedazos ese planeta, algunos fragmentos giran todavía alrededor de nuestro sistema solar, asteroides, dijéramos, o tierra suelta, y esto lo saben los astrónomos.
Pero antes de que ocurriera ese catástrofe en el plantea amarillo, los habitantes del mundo habían quedado ante el dilema del ser o de ser de la filosofía. Un gran Avatara o mensajero les advirtió sobre la catástrofe que les guardaba. La mayor parte, como siempre, no creyeron y otros si aceptaron; entonces se afiliaron a las enseñanzas del sabio. El los preparó lo suficiente, y por último quedaron corregidos psicológicamente, listos para investigar a ganimídes . Antes que la catástrofe sucediera aquel sabio les llevó a ganimides y allí establecieron .
Pues bien, el amigo del cual les estoy hablando fue llevado a ganimides, y estuvo ahí unos días, sus enfermedades desaparecieron, se revitalizó, lo sometieron a tratamientos científicos especiales; lo invitaron a quedarse a vivir entre ellos, y él aceptó a condición de que le permitieran regresar al planeta tierra para entregar sus bienes a su hermano.
Regresó y entregó toda su fortuna a su hermano, y a la esposa de este hermano. Les dijo cierta fecha para despedirse de ellos porque haría un largo viaje. El día de la fecha, cuando se estaba preparando para partir, aterrizó un nave bellísima que iluminaba el centro del jardín.
- ! Me voy, les dijo !- Su hermano y su cuñada se quedaron asombrados.- ! Ah ya me lo presentía ! Dijo su hermano.
Subió a la nave, y al tiempo de subir exclamó: ! Me voy por mi propio gusto, lejos de este planeta tierra ! y partió en la nave.
Extraterrestres y Apocalipsis
Samael Aun Weor