domingo, marzo 04, 2012

El Conocimiento Directo

Todo aquel que estudia ocultismo quiere conocimiento directo, anhela saber cómo va, quiere conocer sus propios progresos internos.

La más grande aspiración de todo estudiante es poder convertirse en un ciudadano consciente de los mundos superiores, y estudiar a los pies del Maestro.

Desgraciadamente, el ocultismo no es tan fácil como a simple vista parece. La raza humana tiene sus poderes internos completamente dañados, atrofiados.

 Los seres humanos echaron a perder, no solamente sus sentidos físicos, sino además, y lo que es peor, sus facultades internas. Ese ha sido el resultado kármico de nuestras malas costumbres.

El estudiante busca aquí y allá, lee, relee cuanto libro de ocultismo y magia caer en sus manos, y lo único que consigue el pobre aspirante, es llenarse de terribles dudas y confusiones intelectuales.

Existen millones de teorías, y millares de autores. Unos repiten ideas de otros. Aquellos refutan a éstos, todos contra uno y uno contra todos; entre colega y colega se ironizan y combaten mutuamente, unos contra otros, y todos realmente contra todos.

Algunos autores le aconsejan al devoto que sea vegetariano; otros le dicen que no lo sea. Aquellos le aconsejan que practique ejercicios respiratorios; estos le dicen que no los practique. El resultado es espantoso para el pobre buscador. No haya qué hacer. Anhela la luz, suplica, clama y nada, nada. Absolutamente nada. ¿Qué hacer?

Hemos conocido individuos sumamente místicos, “héroes de grupos”. Muchos de ellos son vegetarianos, abstemios, virtuosos, etc., etc., pero, por lo común, son muy sinceros, quieren el bien para sus seguidores, pero suspiran como todos, sufren, lloran en secreto. Jamás los pobrecitos han visto lo que predican. No conocen su Gurú, nunca han tenido la dicha de conversar con él personalmente. Jamás han visto los planos de Conciencia Cósmica, planos o mundos superiores de los cuales hacen tan bellos diagramas y tan interesantes descripciones.

 Nosotros, los Hermanos del Templo sentimos verdadera piedad por ellos y tratamos de ayudarnos. Eso es lo que intentamos hacer; pero todo inútil. Ellos odian todo lo que sea sexo. Lo que se parezca a sexo. Cuando se les habla del Matrimonio Perfecto se ríen y protestan airados defendiendo su abstención. Esos pobres ciegos guías de ciegos necesitan quien los guíe. Ellos sufren mucho porque no tienen la dicha de gozar del conocimiento directo. Sufren callados para no desmoralizar o defraudar a sus seguidores. Nosotros, los Hermanos del Templo, francamente los amamos y compadecemos.

 Es necesario dejar de teorizar.


El Matrimonio Perfecto
Samael Aun Weor

2 comentarios:

  1. Anónimo4:35 p.m.

    La busqueda de la Luz no ha llevado a muchos a un largo peregrinar, llamando a las puertas de las sectas cristianas y otras religiones; por lo que al no encontrar respuesta nos volvemos autodidactas en soledad, lo que a algunos nos fortalece y a otros deja confusos, a los segundos, la mejor actitud es no flaquear.

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  2. Donde uno se encuentre si tenemos la disciplina y la constancia para practicar la enseñanza que nos entregan,con un anhelo sincero y un corazon puro, sin duda experimentaremos el conocimiento directo.
    La practica hace al maestro.

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