Eso de que tú escuela es la mejor y que la de mi prójimo no sirve; eso de que tú Religión es la única verdadera, la mujer de fulano es una pésima esposa y de que la mía es una santa; Eso de que mi amigo Roberto es un borracho y que yo soy un hombre muy juicioso y abstemio, etc., etc., etc., es lo que nos hace sentirnos ricos; motivo por el cual somos todos los "CAMELLOS" de la parábola bíblica con relación al trabajo esotérico.
Es urgente auto-observarnos de momento en momento con el propósito de conocer claramente los fundamentos sobre los que descansa.
Cuando uno descubre aquello que más le ofende en un instante dado; la molestia que le dieron por tal o cual cosa; entonces descubre las bases sobre las cuales descansa psicológicamente.
Tales bases constituyen según el Evangelio Cristiano "las arenas sobre las cuales edificó su casa".
Es necesario anotar cuidadosamente como y cuando despreció a otros sintiéndose superior tal vez debido al título o a la posición social o a la experiencia adquirida o al dinero, etc., etc., etc.
Grave es sentirse uno rico, superior a fulano o a zutano por tal o cual motivo. Gente así no puede entrar al Reino de los Cielos.
Bueno es descubrir en qué se siente uno halagado, en qué es satisfecha su vanidad, esto vendrá a mostramos los fundamentos sobre los que nos apoyamos.
Sin embargo, tal clase de observación no debe ser cuestión meramente teórica, debemos ser prácticos y observarnos cuidadosamente en forma directa, de instante en instante.
Cuando uno comienza a comprender su propia miseria y nadidad; cuando abandona los delirios de grandeza; cuando descubre la necedad de tantos títulos,, honores y vanas superioridades sobre nuestros semejantes es señal inequívoca de que ya empieza a cambiar.
Uno no puede cambiar si se cierra a eso que dice: "Mi casa". "Mi dinero". "Mis propiedades". “Mi empleo". "Mis virtudes". "Mis capacidades intelectuales". "Mis capacidades artísticas". "Mis conocimientos". "Mi prestigio" etc., etc., etc.
Eso de aferrarse a lo "Mío" a "Mí", es mas que suficiente como para impedir reconocer nuestra propia nadidad y miseria interior.
Uno se asombra ante el espectáculo de un incendio o de un naufragio; entonces las gentes desesperadas se apoderan muchas veces de cosas que dan risa; cosas sin importancia.
¡Pobres gentes!, Se sienten en esas cosas, descansan en tonterías, se apegan a eso que no tiene la menor importancia.
Sentirse a si mismos por medio de las cosas exteriores, fundamentarse en ellas, equivale a estar en estado de absoluta inconsciencia.
El sentimiento de la "SEIDAD", (El SER REAL), sólo es posible disolviendo a todos esos "YOES" que en nuestro Interior llevamos; antes, tal sentimiento resulta algo más que imposible.
Desgraciadamente los adoradores del "YO" no aceptan esto; ellos se creen Dioses; piensan que ya poseen esos "Cuerpos Gloriosos" de que hablara Pablo de Tarso; suponen que el “YO" es Divino y no hay quien les quite tales absurdos de la cabeza.
Uno no sabe qué hacer con tales gentes, se les explica y no entienden; siempre aferrados a las arenas sobre las cuales edificaron su casa; siempre metidos en sus dogmas, en sus caprichos, en sus necedades.
Si esas gentes se auto-observaran seriamente, verificarían por si mismos la doctrina de los muchos; descubrirían dentro de si mismos a toda esa multiplicidad de personas o "Yoes" que viven dentro de nuestro interior.
¿Cómo podría existir en nosotros el real sentimiento de nuestro verdadero SER, cuando esos "Yoes" están sintiendo por nosotros, pensando por nosotros?
Psicología Revolucionaria
Samael Aun Weor
Trabajar intensamente con disciplina, con constancia , observar, reflexionar y comprender utilizando todas las herramientas que nos proporciona la enseñanza gnostica es lo que debe practicar todo estudiante de la gnosis. Seriedad y compromiso real, sin excusas es lo necesario para un avance espiritual.
¿Qué espera para transformar su vida? La vida es muy corta para perder el tiempo y no tomar acción.
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