domingo, noviembre 23, 2014
El Microcosmos del Macrocosmos
El fuego serpentino del Hombre dimana del fuego serpentino de la Tierra.
La Serpiente terrible duerme profundamente entre su misterioso nido de huecas esferas raras, semejantes realmente a un verdadero rompecabezas chino.
Estas son esferas concéntricas astrales y sutiles.
Verdaderamente, así como la tierra tiene nueve esferas concéntricas y en el fondo de todas está la terrible Serpiente, así las tiene también el hombre, porque éste es el Microcosmos del Macrocosmos.
El Hombre es un Universo en miniatura. Lo infinitamente pequeño es análogo a lo infinitamente grande.
El Hidrógeno, Carbono, Nitrógeno y Oxígeno son los cuatro elementos básicos, con los cuales trabaja el Tercer Logos. Los elementos químicos están dispuestos en orden de sus pesos atómicos. El más ligero es el Hidrógeno, cuyo peso atómico es 1, y termina con el Uranio cuyo peso atómico es 238,5 y resulta de hecho el más pesado de los elementos conocidos.
Los electrones vienen a constituir un puente entre el Espíritu y la Materia. El Hidrógeno en sí mismo es el elemento más enrarecido que se conoce, la primera manifestación de la Serpiente. Todo elemento, todo alimento, todo organismo se sintetiza en determinado tipo de Hidrógeno. La Energía Sexual corresponde al Hidrógeno 12, y su nota musical es el SI.
La materia electrónica solar es el fuego sagrado del Kundalini. Cuando liberamos esa energía, entramos en el camino de la Iniciación Auténtica.
El Matrimonio Perfecto
Samael Aun Weor
Cuando meditamos profundamente alcanzamos niveles de energía que nos permiten transitar ese puente entre la materia y el espíritu, durante la meditación profunda experimentamos esa unión con el universo.
La energía que obtenemos en cada meditación nos dá fuerza e impulso para seguir luchando contra el ego animal.
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