lunes, junio 23, 2014

El Sentido Sexual



No sólo se fornica físicamente; existe también fornicación en los mundos mental y astral. Aquellos que se ocupan en conversaciones de tipo lujurioso; aquellos que leen revistas pornográficas; aquellos que asisten a salones de cine donde exhiben películas eróticas pasionales, gastan enormes reservas de energía sexual. Esas pobres gentes utilizan el material más fino y delicado del sexo, gastándolo miserablemente en la satisfacción de sus brutales pasiones mentales.

La fantasía sexual produce impotencia de tipo psico-sexual. Esa clase de enfermos tiene erecciones normales, son hombres aparentemente normales, pero en el instante en que van a efectuar la conexión del miembro y la vulva, la erección cede cayendo el falo, y quedando en el más horrible estado de desesperación. Ellos han vivido en la fantasía sexual y cuando realmente se hallan ante la cruda realidad sexual que nada tiene que ver con la fantasía, entonces se confunden y no son capaces de responder a la realidad como es debido.

El sentido sexual es formidablemente sutil y tremendamente rápido, gracias a su energía finísima e imponderable. El nivel molecular donde actúa el sentido sexual, es millones de veces más rápido que las ondas del pensamiento. La mente lógica y la fantasía son piedras de tropiezo para el sentido sexual. 

Cuando la mente lógica con todos sus razonamientos, o cuando la fantasía sexual con todas sus ilusiones eróticas quieren controlar el sentido sexual o encauzarlo dentro de sus ilusiones, entonces es destruido fatalmente. La mente lógica y la fantasía sexual destruyen el sentido sexual cuando intentan ponerlo a su servicio. La impotencia psico-sexual es la tragedia más espantosa que puede afligir a los hombres y a las mujeres fanáticas o a las gentes de tipo puramente razonativo.

La lucha de muchos monjes, monjas, anacoretas, pseudo-yoguines, etc., etc., para embotellar el sexo entre su fanatismo religioso, para recluirlo en la cárcel de sus penitencias, para amordazarlo y esterilizarlo, para prohibirle toda manifestación creadora, etc., etc., convierte al fanático en un esclavo de sus propias pasiones, en un esclavo del sexo incapaz de pensar en otra cosa que no sea el sexo. Esos son los fanáticos del sexo. Los degenerados de la infrasexualidad. Estas gentes se descargan todas las noches con poluciones nocturnas asqueantes, o contraen vicios homosexuales o se masturban miserablemente.  

Querer recluir el sexo es tanto como querer embotellar el sol. Un hombre así es el esclavo más abyecto del sexo, y sin provecho alguno ni placer verdadero. Un hombre así es un infeliz pecador. Una mujer así es una mula estéril, una esclava vil de aquel a quien quiere esclavizar, (el sexo). Los enemigos del Espíritu Santo son gentes del abismo. A esa gente más le valiera no haber nacido, o colgarse una piedra al cuello y arrojarse al fondo del mar. 

El Matrimonio Perfecto
Samael Aun Weor 

Nuestra energía creadora es nuestro tesoro, es lo mas preciado para cada ser vivo, cuidemos nuestra energía transmutandola. Para personas casadas tenemos el trabajo en la novena esfera, para los solteros tenemos el pranayama egipcio o también se transmuta la energía creadora practicando las bellas artes y con la  práctica de algún  deporte. 
Todo aquel que hace superesfuerzos logra avanzar y tiene éxito bien merecido en estos estudios.

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