Toda verdadera técnica de la meditación interna está íntimamente relacionada con la transmutación sexual. Necesitamos levantar la lámpara bien alto para iluminarnos.
Todo pichón alkimista después de haber sido coronado, se va alejando poco a poco del acto sexual. El connubio secreto se va distanciando cada vez más, de acuerdo con ciertos ritmos cósmicos marcados con el Gong oriental. Así es como se subliman las energías sexuales hasta transmutarse absolutamente para producir el éxtasis continuo.
El pichón de la Alkimia que en precedentes reencarnaciones trabajó en el Magisterio del Fuego, realiza este trabajo de laboratorio sexual en un tiempo relativamente corto. Empero, aquellos que por primera vez trabajan en la Gran Obra, necesitan por lo menos veinte años de trabajo muy intenso y veinte para irse retirando muy lentamente del trabajo de laboratorio. Total cuarenta años para realizar todo el trabajo. Cuando el alkimista derramar el Vaso de Hermes se apaga el fuego del hornillo del laboratorio y se pierde todo el trabajo.
La edad del éxtasis místico comienza donde la edad del gozo sexual termina. Todo aquel que alcance la Iniciación Venusta, tiene después un trabajo muy difícil que realizar. Este trabajo consiste en la transformación de las energías sexuales. Así como se puede hacer un trasplante vegetal, pasar una planta de una maceta con tierra a otra, así también se debe trasplantar la energía sexual, extraerla del hombre terrenal, y pasarla, trasplantarla en el Adam Cristo.
En Alkimia se dice que debemos liberar al huevo filosofal de la asqueante podredumbre de la materia y entregárselo definitivamente al Hijo del Hombre. El resultado de este trabajo es sorprendente y maravilloso. Este es precisamente el instante en que el Adán Cristo puede tragarse su humana Conciencia. Antes de ese momento la Conciencia del Adán de pecado debe haber muerto. El Dios Interno sólo puede devorarse el Alma. Al llegar a estas alturas el Maestro se ha realizado absolutamente. Desde ese instante hemos logrado el éxtasis continuo, la suprema iluminación de los grandes Hierofantes.
El Matrimonio Perfecto
Samael Aun Weor
Nuevamente recalcamos la importancia de la transmutación de nuestra energía creadora, es urgente trabajar con la eliminación del ego y la fuerza necesaria para combatir el ego nos la dan la transmutación de la energía, la meditación profunda y la autoobservación. Definitivamente solo el que trabaja fuertemente tiene éxito.
Solo con la ayuda de nuestro Padre Interno y nuestra Divina Madre lograremos el triunfo en este camino.
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