El Arbol de Navidad en el Hombre

 En  casi todas las culturas antiguas el árbol representa el medio de unión entre el cielo y la tierra: con sus raíces profundamente introducidas en la tierra y sus ramas llegando hasta el cielo; es por eso que en las culturas orientales el árbol es un signo de encuentro con lo sagrado, de la union entre el hombre y la divinidad.

El Arbol de Navidad tiene sus orígenes en la antigua creencia germana de que un árbol gigantesco, el Ygdrasil, unia al mundo con el Valhalla, los mundos superiores, el cielo; y que en sus ramas estaban sostenidas las estrellas, la luna y el sol.

El árbol de Navidad representa el sistema nervioso cerebro-espinal, el árbol de Navidad se llena de luces que representan a los chakras, los centros de energía en el interior del ser humano, los cuales van despertando y desarrollándose conforme el mismo va depurándose, conforme se va eliminando el ego, llevándolo asi a conocer los Misterios de la Vida y de la Muerte, ya que conforme van despertándose los chacras, estos confieren al iniciado la capacidad de percibir lo que se encuentra en los mundos superiores, en los cielos, realizándose asi el principio de esa unión entre lo terrestre y lo divino.

Tambien en la Biblia se mencionan en el libro de Genesis, dos arboles, el Arbol de Vida y el Arbol de la Ciencia del Bien y del Mal, la Gnosis nos enseña que estos dos arboles comparten sus raices.

Al árbol de Navidad se le relaciona con el Arbol de la Vida, que esta colocado en medio del jardín del Edén, los frutos del mismo representan los dones del Espiritu, que pueden ser alcanzados a condicion de una vida recta. Las esferas colocadas en el arbol de Navidad representan a las diez emanaciones de la Madre Divina, asi, el ser humano puede encarnar al Cristo Intimo, el cual debe nacer en el corazon del Hombre y la estrella en la punta del arbol, representa a Kether, el Padre, el anciano de los dias, la estrella interior, asi se realiza la Navidad del corazon, todo esto nos invita a una profunda reflexion…